Participar de la segunda “Gran Carrera del Mediterráneo” desde otro rol, fue una rica experiencia
El domingo 3 de noviembre, fue un día en que todo pintaba como nuevo. El lugar, la gente, la carrera y todo su entorno, el que merece ser destacado por ser la competencia más importante de la Comunidad Valenciana. La segunda edición de la Gran Carrera del Mediterráneo, organizada por Diputación de Alicante, fue un verdadero espectáculo deportivo de la costa mediterránea.
En Diputación, un antiguo edificio en el centro de Alicante, desde el día viernes, se llevó a cabo la entrega de dorsales, remeras y muchos obsequios. Fueron cerca de tres mil corredores que, desde ese día hasta el sábado inclusive, pudieron retirar su kit para dar comienzo a la gran hazaña deportiva: los 20 kilómetros desde Alicante hasta Santa Pola.
Cabe destacar las beldades del recorrido, donde los atletas transitan por la costa mediterránea deleitándose con parajes increíbles, sin importar el tiempo, en demasía.
Tuve la oportunidad de presenciar este maravilloso evento desde adentro. Desde muy temprano organizando para dar orden a las mesas de las medallas que daríamos a cada corredor en el momento de cruzar la tan ansiada meta.
Mesa de medallas estéticamente ordenadas 
Distinguida medalla para cada competidor
Esta vez, decidí colaborar en la entrega de medallas y fue una vivencia importante. Pude ver de cerca los rostros de cansancio de los competidores acompañado de una inmensa alegría por haber cruzado el arco del triunfo. Cada corredor con su historia, con su sufrimiento corporal. Los entiendo, porque en una carrera se padece el fragor de la lucha, a veces el físico nos dice basta, pero es nuestro cerebro el que nos permite concretar el logro. Tenemos el mandato de hacerlo. Los últimos kilómetros trotamos con la mente dejando a nuestro cuerpo adormecido en el tiempo.
Original diseño de las copas 
La copa de plata para winners
La consigna es arribar a la meta en las mejores condiciones posibles. Eso lo da un buen entrenamiento, porque con constancia, disciplina y voluntad todo es posible.
Yésica Más se adjudicó el primer puesto en damas con 1 hora 19′
La organización impecable, a pesar de un fuerte viento, incomodó en la preparación a primeras horas de la mañana. Nada importa cuando el aliento de familiares y amigos se hace sentir. Todos agrupados a los costados del recorrido, un esencial incentivo para los corredores.
Mi experiencia en esta oportunidad, fue sublime, acompañada de compañeras encantadoras y el de recibir a estos tres mil atletas, cada uno dando su gracias al colocar la medalla acompañado de un abrazo, porque estaban invadidos de emoción. Sus expresiones me cautivaron y me sensibilizaron, las sentí como propias. He pasado cientos de veces por ese momento. El momento en que sentimos estar en la GLORIA…!!!
Hasta el año que viene, si Dios quiere…!!!
TODOS INVITADOS PARA EL 2020…!!!
Producción general: Patricia Fragapane Federiconi