Cada vez más aumenta en el mundo el número de corredoras en diversas competencias. Pero las carreras de aventura parecen ser las predilectas. Lo que en un comienzo sólo era para hombres, hoy se comparte.
La increíble demanda de atletas femeninas va tomando auge en carreras de aventura. Su actitud frente a esta disciplina se destaca en el mundo del maratón. En cada carrera que participo puedo observar la innumerable presencias de féminas con actitud competitiva.
Una avalancha de equipos de mujeres, toman la partida como propia saliendo con furia al tan afamado circuito con la intención de llegar primeras a la meta. Pero, ese toque fresco y pintoresco lo dan ellas con elegancia, su gracia y performance deportiva.
Muchas jóvenes demuestran su nivel de preparación y devoción por esta actividad, siendo que otras trotan con un despliegue de energía descomunal. No por ser mujer, me atrevo a expresarme, sino por el simple hecho de sentir admiración por el desempeño de nuevas generaciones.
Cabe resaltar, que por varias décadas las mujeres han estado compitiendo en atletismo, recién al cabo de algunos años, se les permitió participar en carreras de fondo. Haciendo un poco de historia, las primeras competencias para mujeres, tuvo lugar en los Juegos Olímpicos de Los Angeles, en 1984, donde la ganadora resultó ser Joan Benoit. La primera medalla en los 10 kilómetros se disputó en los Juegos Olímpicos de Seúl, en 1988. Ahora, las mejores corredoras de distancia son colocadas en el mismo pedestal de reconocimiento que sus colegas varones.
Este ejemplo lo tenemos en cada ciudad en el mundo, donde numerosas deportistas se entrenan para dar lo mejor en competencias internacionales, además de correr circuitos dificultosos, en este caso carreras de aventura. Es ahí, donde deben sortear arriesgados obstáculos, como cruzar ríos, arroyos, enbadunarse con barro en profundos pantanos, hasta trepar por laderas de cerros tomándose de una soga o de las raíces de los árboles para poder ascender.
Esto y mucho más, son los obstáculos que atraviesan mujeres atletas desafiando travesías pensadas para hombres. Lo interesante es que se presentan con ánimo de competir y superarse, sabiendo que llegar a la meta es el propósito, cueste lo que cueste.
Producción periodística: Patricia Fragapane Federiconi
Fotos: M.E.V. /Pinterest