Esta deliciosa masa hojaldrada acompaña el desayuno, un almuerzo liviano, una merienda, o bien, la cena. Según la ocasión, puede ser dulce o salado.
El croissant o cruasán (en castellano) es un bollo de hojaldre en forma de media luna. En países como Francia, España e Italia, se lo considera como el complemento perfecto en cualquier momento del día. También, es muy pedido para saborear entre horas.
El origen del croissant es francés y significa <creciente> debido a su forma de cuarto creciente lunar. Su historia se remonta al año 1683, época en la que el Imperio Otomano avanzaba por Europa conquistando territorios en su lucha contra el Sacro Imperio Romano Germánico.
Este ejército fijo su objetivo en Viena, y es aquí donde los panaderos vieneses, que trabajaban durante la noche para tener el pan listo en las primeras horas de la mañana, advirtieron sobre los ruidos del enemigo.
Para celebrar la victoria, los panaderos crearon un bollo con forma de luna creciente, igual al de la bandera otomana. El croissant simbolizó la manera de <comerse a un turco>. Gracias a estos hacedores del pan que aportaron su colaboración en esta dulce venganza.
Croissant dulce 
Croissant relleno jamón y queso
Este dulce bollo, no en todos los países se lo conoce de la misma manera. Por ejemplo, en Perú, Ecuador y Venezuela se llama <cachitos>. En Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, lo piden como <medialunas>. En otros países de Latinoamérica se refieren a él como <cangrejitos o cuernitos>.
En Italia, se lo conoce con el nombre de <cornetto> es muy común en el Sur y en el Centro del país. En el Norte se denomina <brioche> y se lo rellena con crema pastelera. Es así, que el <croissant> ha invadido Europa y el mundo, hasta que los franceses lo hicieron suyo, dándole nacionalidad y oficializándolo con este nombre.
Verdaderamente es un manjar…!!!
Producción periodística: Patricia Fragapane Federiconi
Info: La Cucina Italiana / A fuego Lento
Fotos: Pinterest