“Almas al trote” descubriendo un largo camino de lo que significa editar un libro
Escribir un libro tiene sus implicancias y una actividad que requiere de mucha dedicación. Pero tiene sus gratificaciones permitiendo que el entusiasmo por seguir en este ejercicio de la escritura nunca decaiga.
Cuando empezamos a esbozar las primeras ideas en una hoja de papel, se nos hace un remolino de palabras, frases y demás deslices literarios que confunden. El horizonte nunca debe perderse, el mapa mental debe estar claro para poder llegar al objetivo, de lo que se quiere transmitir.
Una vez concentrados, las palabras fluyen, nos dejamos llevar de forma impensada hasta la construcción de un párrafo, y otro, hasta completar infinitas páginas.
Estamos en carrera, hasta llegar al clic que será el punto final. Mucho tiempo ha trascurrido desde la primera palabra. Semanas, meses, años, quizás. Lo repasamos, corregimos una y mil veces. El libro, su contenido textual está terminado. Listo para su impresión. Y vamos por la editorial que nos representará. Nos guiará en su diseño de tapa, contenido, fotografías, promoción y difusión.
La obra está en el mercado: distribuidoras, que se encargan de distribuirlos en las grandes librerías, plataformas digitales y otros tantos recursos. Hay que moverlo, hay que promocionarlo, hay que vender.
Un cierto grado de regocijo se desparrama dentro de nuestro ser. Pensamos que el mundo nos está leyendo. Y no es así!!! Queda un largo camino por recorrer.
Que difícil se hace cuando hay una pandemia de por medio que no permite la presentación que se merece, este fue el caso de muchos escritores, y el mío, en particular. El libro salió al mercado el día en que se declara la cuarentena. La tarea se hace más ardua, aún.
Estoy aprendiendo a no perder el objetivo. Por más obstáculos que se presenten, hay que estar convencido y creer que todo lo que nace del corazón o de pensamientos genuinos que aporten algo a los demás, merece ser transmitido.
Hay que llegar al lector…recursos hay muchos. Todo depende del autor, del dueño de la obra. Hay que resistir e insistir. Todo lleva su tiempo. Es como tener un hijo, se tiene para toda la vida. Hay que asumir la responsabilidad de cuidarlo, si queremos en un futuro ver los frutos.
Hoy después de varios meses, se avizora, el trabajo de muchos años. Siento que mi mensaje está llegando a todos aquellos que quieren emprender un camino de vida saludable en sus vidas.
“Almas al trote” es el despertar de pasiones ocultas por una actividad deportiva, la cual llenará de satisfacciones, en lo físico, en lo mental y espiritual, también.
Todo esto viene relacionado, a que hace unos días recibí mi primera crítica de un Señor lector de Valladolid, España. Un profesional muy compenetrado y de mucho conocimiento por el deporte.
Quiero compartir su crítica, muy constructiva por cierto. Más que una crítica diría que es un halago que me estimula a continuar.
En mi blog “Mas EstarVital” sección “Mi libro” voy a transcribir su opinión. ¡Gracias Jesús De Diego López!
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