El tradicional “budín inglés” es un derivado de otro postre que ya existía el “bread pudding”. Se utilizaba resto de pan para prepararlo.
Estas delicias dulces fueron preparadas con ingredientes de larga conservación y fácil transporte para que los navegantes pudieran llevarlos en los extensos viajes hasta las colonias, en el siglo XVII.
Es un producto fácil de hacer y muy práctico. Nos saca de apuro en cualquier momento o situación. La mejor forma de conservar el budín es a temperatura ambiente, ya que el frío o freezer perjudican su consistencia.
Budín inglés 
Con frutas y pasas de uva
El budín se prepara de múltiples formas. Hay gran variedad, dulces o salados. Pero el que más toma protagonismo es el< budín inglés>. El budín es una creación de la cocina inglesa, su manera tradicional de servirse es como postre. Aunque en otros países lo sirven para acompañar el té o mate.
Fonéticamente, adquiere dos formas fonéticas: budín y pudín. En español procede del latín botellus que significa pequeña morcilla. Esa era la forma que tenían los budines en la Edad Media.
Su historia es muy remota. Fue creado por la clase media más baja de la sociedad inglesa como un producto importante para la alimentación. Luego se le fueron incorporando otros ingredientes. Era de fácil preparación y bajo costo, aprovechando el pan sobrante.
En nuestro país, Argentina, es un postre tradicional y más aún cuando en los restaurantes se lo pide con el típico dulce de leche.
Es un clásico acompañar estas Fiestas con un “budín hamburgués” que lleva trocitos de chocolate y nueces picadas. Ideal para acompañar el brindis de felicidad y prosperidad en Noche Buena y el comienzo del Nuevo Año.
Producción periodística: M.E.V.
Gentileza: Recetario de Ayer y Hoy
Fotos: Pinterest