CHICHA PLANTUCA LE PONE HISTORIA A SUS MACETAS

Una innovación de Virginia Chavero a la hora de combinar naturaleza con fantasía para hacer a sus amigos imaginarios

La creadora de “Chicha Plantuca” es Viginia Chavero, argentina nacida en Bariloche, provincia de Río Negro. Actualmente se encuentra viviendo en Valencia, España. Su pasión por las plantas le viene desde muy pequeña. Su arte consiste en combinar naturaleza con ficción, personalizando a sus macetas para darle vida a sus plantitas.

Virginia ¿Cómo surge esta idea de presentar a tus macetas?

Mis macetas son mis amigos imaginarios. “Chicha Plantuca” es como un juego, donde a través del arte invento a mis personajes y les doy vida a través de mis macetas. Todo es creación mía basada en reciclado, en el arte auto sustentable, dentro del marco de la conciencia ambiental.

¿Todo este proceso creativo está relacionado con el nuevo pensamiento ambiental?

Claro, es una corriente basada en el medio ambiente, que representa la conciencia ambiental en un mundo dominado por el consumo. En lo que el lema “piensa verde” cobra sentido y atribuye cualidades a lo natural.

¿Tú amor por las plantas lo adquiriste por alguna razón en especial?

Desde muy pequeña viví en Bariloche, sur de la Argentina, con una naturaleza deslumbrante. Mi padre trabajaba de guardaparques en la isla Victoria. El amor por la ecología y consumo responsable fue heredado de mis padres. Ellos me inculcaron el cuidado del medio ambiente. Actualmente viajo por el mundo, he estado en todos los continentes. Tengo afinidad con el arte, lo artesanal es mi métier. Esto me ayudó a concretar mi proyecto Chicha Plantuca.

Para la confección de tus macetas ¿Qué tipos de materiales utilizas?

Mi enfoque está en el reciclado recreativo. Todo mi trabajo lo realizo con materiales de consumo personal, como botellas de vidrio, cartón, diarios, envases de plástico. Mis macetas son armadas con todos estos elementos y revestidas con pasta de papel maché. Luego armo la estructura y las revisto con dicha pasta. La pasta de papel maché es muy simple de hacer y al ser usada queda dura como una piedra. La misma es elaborada con cartón, cola vinílica y harina.

¿Cómo definirías el concepto de “piensa en verde”?

Piensa en verde sería básicamente mi idea, donde recojo de la basura los materiales para darle vida a una maceta, donde desde sus cabezas nacen las plantas. La plantas con las que trabajo son cactus y suculentas por considerarlas perfectas, además de hermosas para mis macetas. Son de poca agua y muy leales.

¿Todas tus esculturas llevan nombres y una descripción sobre ellas?

Mis esculturas son personajes imaginarios, otros reales. Todos tienen nombre y apellido. Además cuento su historia, sus gustos y todo lo positivo que nos puedan transmitir al tenerlas. Los considero mis amigos, es la sensación que quiero dar. Además mis creaciones son altas, miden 45 cm de alto. Es como estar con alguien todo el tiempo.

¿Te parece presentarnos algunas de tus creaciones y que nos cuentes algo de su historia?

Claro sería buenísimo, vamos por Juan, tiene 73 años. En su juventud descubrió que los rayos del sol traían a su memoria cualquier tipo de recuerdo. Cuando se encuentra dentro de un supermercado y olvida algún producto que necesita, le bastan dos o tres minutos para acercarse a la vereda y orientar su cara al sol para recordarlo. Antes de llegar a la leche de almendras, la radiación lo pasea por la caricia de su madre o el ladrido de su primer perro. A una falda con lunares. Al éter de alguna cantina, o un simple choque de meteoritos.

Ella es Agustina, la única colo de Claraz. Cuando está triste, te manda un abrazo salvavidas mientras aconseja ¡respetá! Flores en sus rulos y una cara estrellada de pecas. Le gustan tanto las flores que una tarde, al tomar el último sorbo del séptimo mate del tercer día del primer mes del año, le nació la suya en el corazón.

Les presento a Pepa Medusa. Ella disfruta de su juventud a días de cumplir años. Su hermoso parecido me recuerda a la simbiosis genética Chavero-Díaz que ha dado como resultado sus rulos mágicos.

Otro no tan imaginario, es Edmundo Anunziata. Nació el 2 de noviembre de 1879 en Nápoles, Italia. LLegó a nuestra amada Argentina escapando de los problemas que le causaba su hermoso lunar.

En el arte se refleja la pasión con todo el empeño que se le da a lo que realmente se ama. En este caso Virginia criada en la inmensidad de la naturaleza, transmitió su amor en el mundo imaginario de sus macetas. Que mejor compañía para todo momento..!!!

Los productos los pueden adquirir como “CHICHA PLANTUCA” en Instagram

Entrevista: Patricia Fragapane Federiconi

Gentileza fotos: Chicha Plantuca