La pandemia global obliga a vivir en un mundo con COVID-19. Lo que significa un estilo de vida diferente de la mano del aislamiento.
Como consecuencia de tremendo impacto del virus en la sociedad, es que tendremos que tomar conciencia de mucha higiene y prevención. Tanto que podría alterar la forma que abordaremos el trabajo, los centros de estudio, lo social y mucho más.
Tomamos el caso de Nueva Zelanda que está poniendo en práctica las “burbujas sociales”, donde los miembros de una burbuja deben ser exclusivos, o sea, pertenecer sólo a esa burbuja.
Veamos cuales son los hábitos que podrían modificarse:
No a los saludos con abrazos y apretones de manos
Debido al aislamiento habrá un cambio cultural en cuánto a la forma de saludarnos. Los futuros saludos sociales ahora se harán con una mano en el corazón, un gesto facial o movimiento de cabeza o cualquier otra acción que impida el contacto directo.
Saludo asiático 
Saludo tailandés
Desinfectante de manos disponibles en lugares públicos
Todo espacio público, ya sean empresas, negocios, espacios de entretenimiento, entre otros, deberán tener en la recepción desinfectantes para manos. Esto implica que las manos estarán limpias antes cualquier descuido de contacto directo.
Los protocolos en restaurantes cambian nuestras relaciones
Salir a comer afuera se pensará dos veces. En primer lugar con reserva anticipada, nada al paso. Algunos restaurantes sus mesas ya se encuentran divididas con paneles de material transparente. En otros países se entra directamente a una cápsula donde el servicio de atención será por medio de largas bandejas para el que atiende no tenga contacto con el cliente.
El trabajo desde casa será una tendencia
Muchas empresas creen conveniente que los empleados trabajen fuera de las oficinas, lo que significaría un gran cambio cultural en las oficinas de todo el mundo. El teletrabajo puede ser el beneficio laboral más importante que se debe pedir, después del seguro de salud.
El espacio personal tomará seriedad
El distanciamiento social incluye el estar separado a dos metros del otro, sea el lugar que fuere. Ya sea en un negocio, banco y hasta en una casa familiar. La gente estará más atenta a quienes dejen que se acerquen a ellos en su espacio personal. La distancia social marcará un cambio en la mayoría de las culturas.
Una innovada forma de vivir se avecina. Con conciencia y educación la podremos implementar hasta transformar estos nuevos hábitos en una costumbre. La “pandemia” no ha terminado, depende de cada uno de nosotros el cuidarnos y así evitar que esto se extienda eternamente.
Producción peridística: Patricia Fragapane F.
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